(Tomado de AIN)
La colaboración médica cubana en 12 años de labor en Haití salvó la vida de 250 mil personas de esta nación, azotada en 2010 por un potente terremoto y posteriormente por una epidemia de cólera.
Marcia Cobas, viceministra de Salud de Cuba, recordó que el trabajo internacionalista en el vecino país comenzó el cuatro de diciembre de 1998, el cual se mantuvo incluso en momentos de golpe de Estado, y se intensificó con el sismo del 12 de enero y más recientemente con el brote y desarrollo de la pandemia.
En datos ofrecidos hoy en el programa radiotelevisado Mesa Redonda Informativa de la televisión y la radio de la Isla, la funcionaria informó que en ese tiempo más de tres mil 500 colaboradores de la salud estuvieron en Haití, donde realizaron 16 millones de consultas.
Expresó que a raíz del terremoto se decidió reconstruir, liderado por Cuba, el sistema de salud en el cercano país caribeño, con el aporte de naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), especialmente Venezuela.
Estábamos enfrascados en esto cuando estalló el cólera, manifestó, y agregó que en la actualidad laboran allí mil 334 internacionalistas cubanos de la salud.
Señaló que fueron creados 24 hospitales de campaña, con posibilidades de llegar a 30 en breve, y 30 centros de rehabilitación.
Este año fue el de más acciones para fortalecer el programa de salud, y la epidemia no ha detenido la continuación del trabajo, dijo la viceministra.
El cólera se detectó el pasado 20 de octubre en un centro asistencial con personal cubano, y de inmediato comenzó a propagarse por todo el país hasta cobrar la vida de dos mil 707 personas, y además, se reportaron 115 casos en República Dominicana -que comparte la isla La Española con Haití- y tres en Estados Unidos.
Luis Struch, también viceministro de Salud, señaló que desde la ocurrencia del terremoto Cuba emprendió en esa nación la vigilancia epidemiológica, y ello permitió conocer de inmediato la existencia de la enfermedad bacteriana aguda, de elevada toxicidad.
Precisó que la acción de la Mayor de las Antillas contra la pandemia se dirige en este momento a salvar a las personas en sus casas, para lo cual el personal de salud se traslada a sitios de difícil acceso, incluidos los montañosos y alejados de centros urbanos.
En el panel se encontraban tres jóvenes médicos cubanos y uno haitiano, quienes hicieron referencia a sus experiencias en el enfrentamiento a las secuelas del terremoto y al cólera.
Juan Carrizo, rector de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), con su sede principal en La Habana, destacó la presencia en el empobrecido y castigado Haití de decenas de jóvenes galenos graduados en ese centro docente.
También compareció Ramón Ripoll, viceministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, y señaló que el aporte solidario con el pueblo haitiano de varios gobiernos, organizaciones no gubernamentales, empresas y personas se canaliza por medio del contingente médico cubano.
Es un reconocimiento a los médicos cubanos por el prestigio de nuestro país, en que los recursos donados tendrán el destino para el que se enviaron a la nación caribeña, expresó.
Por ejemplo, mencionó a Noruega, España, Australia y Namibia, entre las naciones de donde proceden esos aportes.
Además, manifestó que todas estas acciones de distribución y uso de los materiales se ejecutan en acuerdo con las autoridades haitianas.
Siempre ha sido así, haciendo las coordinaciones necesarias, atendiendo a la soberanía del país que recibe la ayuda, precisó. AIN
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