viernes, 7 de octubre de 2011

Bloqueo a Cuba: crecen perjuicios

Las empresas de ningún país pueden comerciar con las cubanas si aquellas tienen afiliación o intereses de algún tipo con las de Estados Unidos.

Compañías de terceros países que posean vínculos comerciales con la Isla serán objeto de persecución, amenazas y sanciones por parte de las autoridades del gobierno norteamericano en cualquier rincón del mundo.

Esa es la suerte -se sabe- que corre toda entidad que en el exterior decida establecer negocios con el país caribeño, sin importar que nada tengan que ver con la nacionalidad estadounidense, como tampoco sus derechos y fines.

Para la Casa Blanca no es el bloqueo la causa perentoria de las limitaciones de la Isla ni del sufrimiento de su pueblo. ¡Si lo retiran podrían demostrar su tesis! Por el contrario, nuevas víctimas son reveladas en el informe de Cuba sobre la necesidad de poner fin al cerco económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, dado a conocer recientemente, el cual será sometido a votación el próximo 25 de octubre en Naciones Unidas.

El 27 de julio de 2010, la empresa importadora IMECO, del Ministerio cubano de la Construcción, firmó un contrato con el proveedor panameño VIBAS Import- Export S.A. para el suministro de cuatro motoniveladoras por valor de 235 mil dólares cada una por intermedio de TIESA, distribuidor de Komatsu en Panamá.

Dos de estos equipos no pudieron ser suministrados dada la negativa de la fábrica Komatsu América Corporation (KAC), lo cual provocó una seria afectación en el cronograma de ejecución de la obra Ferroníquel, de las mayores inversiones industriales del país.

La Isla es de los mayores productores de níquel en el mundo, metal esencial en la producción de acero inoxidable y otras aleaciones resistentes a la corrosión. A la vez, el ferroníquel, combinación de hierro y níquel, se usa para la fabricación de acero, de gran empleo en la creación de equipos automotores, entre otros.

Pero la historia sigue. Otra empresa europea también canceló el envío de retroexcavadora modelo R984C para la industria del níquel, por tener motor CUMMINS, que los fabricantes –norteamericanos, claro- prohibieron vender.

Si se hubiese concretado el suministro, de seguro nuestra industria del níquel dispusiera de la más avanzada tecnología en cuanto a motores.

Los tentáculos del bloqueo también envenenaron los contratos para la producción nacional de pinturas. En el último trimestre de 2010 la empresa Vitral tuvo que paralizar la producción en tres de sus fábricas, en las cuales dejó de producir 893 mil 800 litros de pinturas emulsionadas, de aceite y esmalte, por valor de dos millones 285 mil 800 dólares.

La causa fue la cancelación del suministro de 120 toneladas de dióxido de titanio rutilo para la producción de pinturas, planificado para el bimestre enero-febrero de este año por parte del proveedor Petroplastic, de México.

¿El resultado? Afectaciones en la elaboración de pinturas decorativas para exteriores e interiores, aceites, barnices, pintura automotriz y diluyentes con destino a importantes sectores económicos.

Los bancos continúan entre los sectores más perseguidos por las leyes unilaterales que Estados Unidos impone al comercio con Cuba.

Durante el período de marzo de 2010 a abril de 2011 fue significativa la imposición de multas multimillonarias a esas entidades, tanto norteñas como extranjeras.

Ese tipo de sanciones generan efecto disuasorio, y conlleva a la ruptura de los vínculos con el país caribeño, o a que las transacciones cubanas tengan que realizarse en condiciones más precarias.

El 17 de abril de 2011 se conoció que el gobierno norteamericano pidió explicaciones al banco español BBVA, a raíz de que declarara en su informe anual que tenía un empleado en Cuba.

Días después, el 25 del propio mes, la firma Pay Pal e Bay, que realiza transferencias bancarias vía Internet, canceló el envío de fondos del grupo de apoyo a Cuba en Irlanda a la cuenta de la nación antillana destinada a recoger donativos para Haití, tras el devastador terremoto que asoló a ese país.

La hostilidad se extiende. La firma española Flint Division Sheetfed informó que les era “necesario” sustituir dos productos ya prometidos a la industria poligráfica cubana, porque en su composición contienen más materias primas de origen norteamericano que lo permitido para exportar a la Isla.

El bloqueo que nos impone Washington sobrepasa los límites imaginados. Como dice el añejo refrán: "No hay peor ciego que quien no quiera ver". (Por Ana Ivis Galán García / AIN)

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