(tomado de cubasí)
Por Miguel José Maury Guerrero
José Pertierra, especialista en temas de inmigración en Washington D.C, y asociado de la firma Pertierra & Toro, P.C de la capital estadounidense, nos recibe franco, amable y desinhibido en La Habana. Frente a no pocas páginas de Internet sobre el caso de Los Cinco, desgrana sus reflexiones sobre la marcha del proceso en busca de la justicia para Gerardo Hernández Nordelo y los otros cuatro compañeros injustamente encarcelados en Estados Unidos.
Su cualidad de típico cubano ayuda a hacerlo partícipe de nuestra intención de esclarecer, lo más posible, sobre el "habeas corpus" solicitado para Gerardo.
EL HABEAS CORPUS
Acerca del significado de ese recurso legal interpuesto por el quipo de la defensa de Gerardo y sobre su cometido, el jurista, graduado de la Universidad George Washington refiere que se trata de un exhorto que existe hace siglos en toda la jurisdisprudencia anglosajona y no simplemente en la norteamericana.
"El "habeas corpus" lo solicita un acusado cuando piensa que le han violado sus derechos fundamentales, los constitucionales, y acude entonces a un tribunal para que revise la sentencia, con vistas a determinar si efectivamente se han quebrantado o no tales derechos".
Autor de numerosos artículos sobre extradición, inmigración y derecho internacional, Pertierra explica que Hernández Nordelo -- a quien le negaron el derecho a una resentencia a finales de 2009 y mediante la cual le redujeron significativamente las condenas a tres de sus compañeros--, ha acudido ante los tribunales para que determinen si tiene derecho a una asistencia efectiva de sus abogados.
"En octubre del pasado año, -- agrega -- sus letrados presentaron el recurso ante el Tribunal Federal de Miami, presidido por la jueza (Joan) Lennard, (quien le juzgó en 2001) y ahora, en los próximos días, la Fiscalía responderá".
LA CLEMENCIA EJECUTIVA
Hombre de respuestas rápidas y seguras, Pertierra habla con precisión cuando se le pregunta sobre qué otro resquicio permitiría el sistema legal estadounidense, en caso de que la petición de "habeas corpus" no arroje el resultado deseado.
"La defensa puede seguir apelando, ——asegura, y respaldado por su experiencia en el ejercicio legal, afirma:
"Estos procesos suelen tomar mucho tiempo; todavía hay varias etapas que pasar, aunque yo sigo insistiendo que la manera más efectiva de resolver este caso es a través de lo que la Constitución de Estados Unidos llama una clemencia ejecutiva, que en esta oportunidad correspondería al Presidente (Barack) Obama".
Asevera entonces que el actual mandatario, si lo deseara, no tendría siquiera que indultar a Los Cinco, sino simplemente mantenerles la condena, considerar cumplidos los 12 años que llevan en prisión y sólo perdonar los que les restan.
Según Pertierra, a finales de cada año, el inquilino de turno de la Oficina Oval de la Casa Blanca revisa los expedientes merecedores de tal tipo de clemencia y permite que los reos salgan en libertad luego de considerar su sentencia, por larga que sea, como tiempo ya cumplido.
CARTER Y LOS INDEPENDENTISTAS PUERTORRIQUEÑOS
Con varias décadas de experiencia en la abogacía en Estados Unidos, Pertierra acude a los antecedentes jurídicos de la aplicación de tal figura legal en ese país.
Recuerda entonces que en tiempos de la presidencia de James Carter, cuando Washington le pedía a Cuba la liberación de varios individuos presos por trabajar para la Agencia Central de Inteligencia (CIA), La Habana solicitaba del gobierno estadounidense la revisión de largas sentencias impuestas a un grupo de patriotas puertorriqueños presos en ese país.
"Fue así que Carter, sin indultarlos, les dio "clemencia ejecutiva" a Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero, independentistas que permanecieron encarcelados por 25 años", afirmó.
—— ¿Será que en el caso de Gerardo no podemos aspirar a otra cosa que a esa clemencia ejecutiva?
—— Únicamente si se gana el recurso de habeas corpus…, que la defensa enfocó con particular énfasis en la inocencia de Gerardo en relación con el derribo por parte de la fuerza aérea cubana de dos avionetas de Hermanos al Rescate, el 24 de febrero de 1996, algo esgrimido por el jurado en el juicio de 2001 para aplicarle las dos cadenas perpetuas más 15 años que hoy pesan sobre él.
GERARDO VS. DEFENSA
Luego de interesarnos por su opinión sobre lo publicado por algunas agencias de prensa y medios en Miami acerca de una supuesta contradicción surgida entre Gerardo y sus defensores en cuanto al lugar donde fueran derribados los aviones provocadores en 1996, Pertierra amplia:
"El documento escrito por los abogados Thomas C. Goldstein y Richard C. Kluhk, expresa que el también integrante del equipo, Paul Mc Kenna, no hizo una defensa efectiva durante el juicio de 2001.
"Añade que Mc Kenna le restó los derechos constitucionales a Gerardo, toda vez que hizo demasiado énfasis sobre el lugar dónde ocurrió el derribo de los aviones, en vez de concentrarse en lo que sabía, o no, Gerardo.
"Los hechos demuestran que él desconocía lo que iba a ocurrir con esos pilotos, fuera en aguas internacionales o en las cubanas, y eso debió ser realmente el "corazón" de la defensa", sentencia.
Pertierra rememora que en el juicio de 2001, la propia Fiscalía reconoció no tener la evidencia para probar la participación del acusado en una conspiración para asesinar a nadie, mucho menos a esos pilotos, y pidió a la jueza, incluso, que retirara ese cargo, a lo cual ella se opuso.
Al recordarle lo viciado que resultaba la sede elegida para el juicio, algo en lo que la defensa ha insistido siempre —— incluso solicitó el traslado de sede—— , el abogado sitúa tal hecho como una indiscutible violación de lo establecido por la propia juridisprudencia estadounidense al respecto.
AHORA POSADA CARRILES
Pero Pertierra no tiene solo motivos para hablar jurídicamente de Los Cinco, sino también de la otra cara de la moneda, es decir contra lo que ellos luchaban: monitorear posibles acciones terroristas contra Cuba y hasta los propios Estados Unidos.
Amenazado recientemente de muerte en el hotel donde se hospedaba en El Paso, el abogado cubanoamericano representa, además, al gobierno de Venezuela en el caso de la extradición de Luis Posada Carriles, terrorista al cual se le sigue juicio en esa ciudad de Texas, sur de EE.UU., por delitos migratorios.
"A ese asesino no lo acusan de asesinato ni de terrorista, sino de mentiroso, de manera que no me asombraría que lo declaren culpable de ser mentiroso. Se trata de una infracción relativamente menor", aclara con ironía.
Explica Pertierra que en tanto Posada Carriles estuvo ya año y medio preso por sospechas de mentir, la jueza que examina actualmente su caso, ha adelantado que si lo condenan por los cargos de perjurio, probablemente no iría preso porque lo que corresponde a ese delito en ese estado, es precisamente ese lapso y ya lo cumplió.
Con el cálculo sobre todas las probabilidades respecto al futuro del actual proceso de El Paso contra Posada Carriles, insiste en la falta de voluntad de parte del gobierno estadounidense para juzgar y condenar a "ese molesto huésped".
Alude al pasado terrorista y de torturador, bajo los auspicios de la CIA, del conocido personaje, en más de una nación latinoamericana y especialmente en Venezuela.
Asegura que es precisamente en vista de ese pasado molesto, que "Washington no desea realmente juzgarle".
"Hay muchos esqueletos en ese closet", dice en referencia a lo mucho que sabe el connotado asesino de 73 personas durante el atentado al avión de cubana de Aviación, cerca de Barbados, en 1976, y principal culpable de las explosiones en hoteles de La Habana durante 1997 y 1998.
Pertierra está ahora en El Paso, siguiendo atentamente el juicio de Posada Carriles por mentiroso y escribiendo una crónica diaria, El Diario de El Paso (www.cubadebate.cu) , sobre los acontecimientos en el tribunal.
"No dejo de pensar que los Estados Unidos debería estar procesando un caso de extradición contra Posada en El Paso por 73 cargos de asesinato y no 11 cargos de mentiroso, pero para Washington las víctimas cubanas son de segunda categoría y los terroristas de la CIA son buenos terroristas", dijo. "El terrorismo, sin embargo, no se puede combatir a la carte. No hay terroristas buenos y terroristas malos. Todos son iguales. No hay víctimas de primera y de segunda categoría," explicó.
Ante la insistencia sobre el probable futuro del proceso y dadas las evidentes maniobras de Washington para darle largas al mismo, Pertierra es tajante: "El gobierno norteamericano, consciente de que por la elevada edad de su protegido y la lógica natural no le quedan muchos años de vida, juega a la dilación, en espera de una muerte que para ellos sería oportunísima".
Insisto sobre lo irrisorio del cargo de perjurio…
"Imagina que capturen en Pakistán a Osama Bin Laden, Estados Unidos pida su extradición y el gobierno pakistaní responda que, en vez de extraditarlo por todos los asesinatos que cometió en las Torres Gemelas y el Pentágono, quieren enjuiciarlo sólo por mentiroso". ¿Cómo reaccionarían los Estados Unidos ante algo así?, ¡No resulta difícil imaginarlo!"
No obstante, Pertierra sigue esperanzado en que la justicia pueda abrirse paso, tanto en el caso de Posada Carriles, como en el armado contra Gerardo y sus compañeros Antonio Guerrero, René González, Ramón Labañino y Fernando González.
"Si el Presidente Obama quiere dejar atrás la Guerra Fría y avanzar de una manera más decente y sana, para restañar las heridas de tantos años de acciones bélicas contra Cuba, debe comenzar con hacer verdadera justicia en el caso de Los Cinco y particularmente con Gerardo, donde la verdad acabará imponiéndose".
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